«Ladyhawke», Richard Donner

Durante el día ella es una halcón, volviendo a su forma de mujer en la noche. Él, en tanto, es hombre de día y un lobo de noche. «Ladyhawke» narra la historia de los enamorados Isabeau y Navarre, quienes han sido condenados por el Obispo de Aquila a no verse jamás, en una maldición que los condena a no poder compartir su amor más que apenas unos segundos al amanecer y otros al atardecer. Hasta que de pronto el joven Phillipe, un ladrón que está escapando de la muerte, se cruza en el camino para transformarse en el aliado más leal de los amantes. Una fantasía medieval de 1985 dirigida por Richard Donner, protagonizada por Matthew Broderick, Michelle Pfeiffer y Rutger Hauer.
Afiche de "Ladyhawke" (1985)
Afiche en japonés de "Ladyhawke" (1985)
Afiche de "Ladyhawke" (1985)
Richard Donner fue uno de los directores más prolíficos de la escena cinematográfica mundial. Sólo basta echar una mirada a su basta filmografía para encontrarnos con títulos tan notables como “La Profecía” (1976); “Superman” (1978); la mágica historia adolescente de Steven Spielberg con guión de Chris Columbus, “Los Goonies” (1985); o la saga “Arma Mortal” (1987, 1989, 1992, 1998). Pero además, y para alegría de los amantes de la cultura pop, dirigió capítulos de clásicas series de televisión como “Dimensión desconocida” (1959); “Combate” (1962); “El Fugitivo” (1963); “El agente de CIPOL” (1964); “La isla de Guilligan” (1964); “Jim West” y “El súper agente 86” (1965); “Cannon” (1971); “Las calles de San Francisco” (1972); “Kojak” (1973); “El hombre nuclear” (1974); y “Cuentos de la cripta” (1989). Sin embargo, es esta película de 1985 la que forma parte de mi videoteca fundamental. “Ladyhawke” (o «El hechizo del halcón», «El hechizo de águila» o «La dama halcón») la protagonizan Michelle Pfeiffer y el holandés Rutger Hauer [1]. Pero es un joven Matthew Broderick el que encabeza los créditos, amparado por la creciente fama de la que gozaba en la época, luego de transformarse en un fenómeno mediático tras su papel en “Juegos de Guerra”. Pero, ¿qué méritos tiene una película con pésimos efectos especiales y una música más adecuada para una serie de monitos japoneses?
"Ladyhawke" (El hechizo del halcón), dirigida por Richard Donner (1985)

La Maldición

La historia se presenta en un hermoso escenario medieval, Aquila, donde el malévolo OBISPO (John Wood), cegado por los celos y “apelando a los poderes del mal”, hace un trato con el demonio, logrando que “los oscuros poderes del infierno” echen una maldición encima de dos jóvenes amantes, ISABEAU D’ANJOU (Pfeiffer), a quien el religioso ama con locura, y el capitán ETIENNE NAVARRE (Hauer). Si ella no le pertenecía, no le pertenecería a nadie, sentenció. Durante el día ella es una halcón, volviendo a su forma de mujer en la noche; por el contrario, él es hombre de día y un lobo de noche. Isabeau y Navarre han sido condenados a no verse jamás, a no poder compartir su amor más que apenas unos segundos al amanecer y otros al atardecer, pero insuficientes para poder tocarse y suficientes para acrecentar su impotencia y dolor.
John Wood es el Obispo | "Ladyhawke" (1985)
John Wood es el Obispo | «Ladyhawke» (1985)
Andan siempre juntos, él cabalgando en su elegante caballo GOLIATH y ella volando a su alrededor. Por las noches, Navarre la protege convertido en un lupus negro, esperando nuevamente que el amanecer lo transforme en humano para seguir planeando la venganza en contra del clérigo. Es cuando aparece en sus vidas PHILLIPE GASTON (Broderick), alias EL RATÓN, un joven “lanza” que se convierte en el compañero de armas del capitán. Cuando en una lucha con la guardia del obispo la halcón es herida, entra en escena el monje IMPERIUS (Leo McKern), quien les ayuda a buscar la forma de romper el hechizo y poder enfrentar así al vil religioso. Se trata de una historia simple, pero cargada de símbolos que apelan al amor imposible, pero siempre bajo la opción de que el destino es algo que puede ser modificado o vuelto a su cauce normal.
Matthew Broderick es Phillipe Gaston | “Ladyhawke” (1985)
Matthew Broderick es Phillipe Gaston | «Ladyhawke» (1985)
En el caso del «Ratón», Phillipe Gaston, los guionistas EDWARD KHMARA, MICHAEL THOMAS y TOM MANKIEWICZ lograron crear un personaje clave, que manteniendo sus cualidades profesionales delictuales, mintiendo permanentemente y no renunciando a su manera no heroica de ver la vida (“no tengo honor, nunca lo tendré”), se involucra sin querer en la vida de los amantes, los ayuda en sus motivaciones, pero también se transforma en un enlace vital, pues es el único que puede verlos como humanos. Gracias a sus recados, Isabeau y Navarre pueden expresar su amor en palabras. Los escritores y el director presentan su punto de vista ante la delincuencia: “No lo guiaría a la ciudad ni por la vida de mi madre… aunque supiera quién fue”, dice Phillipe Gaston, lo que desprende un pasado de orfandad y pobreza que lo ha llevado a delinquir… no porque naciera malo. Donner logró mantener la imagen de adolescente divertido de Broderick que tanto gustaba en ese momento, sin festinar la historia ni su atmósfera.
Rutger Hauer es Etienne Navarre | "Ladyhawke" (1985)
Rutger Hauer es Etienne Navarre | «Ladyhawke» (1985)
Ken Hutchinson es Marquet | "Ladyhawke" (1985)
Ken Hutchinson es Marquet | «Ladyhawke» (1985)
En el capitán Navarre asoman las típicas características del Caballero Andante: fuerte, hábil, apuesto y seguro de sí mismo, persiguiendo siempre un móvil de reivindicación y justicia; pero a la vez, es testarudo, cegado por el honor y la venganza. Lo vemos debilitarse ante la fuerza casi pareja de su enemigo. También lo vemos dudar. Pero finalmente logra equilibrarse para liderar el golpe final. La religiosidad de la época está presente de dos formas: como expresión política y de codicia, siendo su máximo exponente El Obispo, quien se siente el rey de Aquila, y MARQUET (Ken Hutchinson), el comandante de las fuerzas que buscan derrotar a Navarre; y también como máxima expresión de la inocencia del pueblo, el que se deja pisotear por una iglesia que, disfrazada de representante de la divinidad, no trepida en cobrarle impuestos a destajo. Aún así, la «fe» los mantiene esperanzados. El mismo Navarre, representante de los dirigentes nobles que son servidores del pueblo, hombre cegado por su estricta enseñanza católica que no le permite dejar atrás su honor familiar y el destino que debe cumplir (representado en su espada), le dice a su compañero Gaston “llevo casi dos años esperando una señal de dios… cuando oí las campanas de alarma de Aquila, supe que el momento de mi destino había llegado. Tú serás mi ángel guía… me di cuenta que era una señal del cielo”. El héroe es fuerza, pero también sabe que tiene una parte espiritual que mostrar, por muy inocente que esta sea.
Michelle Pfeiffer es Isabeau D’Anjou | “Ladyhawke” (1985)
Michelle Pfeiffer es Isabeau D’Anjou | “Ladyhawke” (1985)
Isabeau D’anjou, la mujer-halcón, es tan hermosa que uno podría llegar a comprender el arrebato del obispo. Pero no sólo el religioso y Navarre la aman: Phillipe Gaston y hasta el mismo monje Imperius no pueden evitar reconocer el deseo que sienten por ella. La decisión azarosa de quién es humano de noche y quién de día, dejó a Isabeau con un papel secundario al momento de construir el destino de los amantes, porque es Navarre el que dirige la venganza desde el día. Sin embargo, se convierte en factor de humanización en el rudo capitán, pues ella logra hablar con el joven Ratón, bailan… se muestra ante él, lo que provoca los celos contenidos del caballero andante. Y es Isabeau la que tiene un rol fundamental a la hora de romper o no el hechizo. Una hermosa historia que, más que plantear el tema del amor imposible, pone sobre la mesa el tema del «destino», aunque sin llegar a resolverlo. Vivir prisionero de él puede significar cometer errores de lectura. Navarre va tras un hombre porque su destino es matarlo, según reza esa especie de oráculo familiar en el que se transforma su espada y los diamantes que lleva incrustada, testigos de cientos de luchas como Las Cruzadas. Gracias a la intervención de Isabeau estará próximo a descubrir que el amor por ella es y deber ser más fuerte que el rencor y el odio, pero esas líneas no están escritas, ¿se cumplirá su destino?

La banda sonora

Portada del disco de la banda de sonido original de "Ladyhawke".
Portada del disco de la banda de sonido original de «Ladyhawke».
Sí, asombra la elección de la música en LADYHAWKE. La producción musical recayó en el notable músico inglés ALAN PARSONS, creador de mitos musicales como “Lucifer”, “Days of numbers”, «Don’t answer me», «Eye in the sky», «Games people day», «Old and wise», «Sirius» o la maravillosa «Time». La creación es de ANDREW POWELL, quien —sintetizadores, la London Philharmonia Orchestra y los músicos de Alan Parson Project mediante— logró crear una buena obra, pero cuya atmósfera rememora más bien a los ataques de Rick Hunter contra los Zentraedis en «Robotech». Pero Powell pasa de las críticas: «¿cómo se suponía que un compositor debía hacer que los miembros de una audiencia saltaran de sus asientos con dos grabadoras y un laúd? (…) creo que menos del 15% de la partitura usa el grupo de rock, el resto es puramente orquestal o coral (escribí unos 15 minutos de canto «gregoriano» para el coro masculino) o, en algunas escenas, realmente usa flautas dulces y laúd». [2]

[1] Rutger Hauer murió en su natal Utrecht (Países Bajos), el 19 de julio de 2019 a los 75 años. Sus papeles más recordados junto al del Capitán Etienne Navarre, fueron el del prisionero de guerra soviético Aleksandr Pecherski en la película «Escape de Sobibor» (1987) por el que ganó un Globo de Oro, y especialmente por su rol del replicante Roy Batty en «Blade Runner» (1982).

[2] «El lobo, el halcón y el músico de vanguardia: entrevista con Andrew Powell», por Giuliano Tomassacci en colonnesonore.net (04/08/2006). Publicada originalmente en Colonne Sonore (revista italiana dedicada a la música en el cine, hoy solo en la web), número correspondiente a enero/febrero de 2005. http://www.colonnesonore.net/contenuti-speciali/interviste/760-interview-with-andrew-powell.html

Más información en Ladyhawke en Filmaffinity Sitio web oficial de Andrew Powell
(publicado originalmente el 19/08/2006)

“Los Pájaros”, Daphne du Maurier / Alfred Hitchcock

«Los Pájaros», la novela corta de Daphne du Maurier convertida en película por Alfred Hitchcock, es un relato fascinante, mucho más de lo que los cambios realizados en el filme sugieren. ¿Qué diferencia a ambas obras? Lo que se mantiene, lo que se dejó de contar y los aportes fílmicos. Una mirada a los distintos escenarios y personajes, así como lo más relevante propuesto por du Maurier: lo simbólico.

Las piezas se ordenan: (re) descubriendo a Walter Tevis

El éxito de «Gambito de Dama» ha provocado una interesante externalidad: el rescate del autor de la novela que inspiró la miniserie. Más y más gente está descubriendo a Walter Tevis y su obra, una que está marcada por los relatos cortos, pero fundamentalmente por novelas que inspiraron películas de culto relacionadas con la vida del propio escritor. Sus personajes no solo juegan ajedrez como Beth Harmon, sino también al pool, mientras que otro, como su autor, se siente tan fuera de lugar que pareciera venir de otro planeta.

“Family Romance, LLC”, Werner Herzog

Impresiones sobre “Family Romance, LLC”, de Werner Herzog. Una historia de ficción que se confunde con el documental, sobre una agencia de Tokio, que ofrece sustitutos humanos en arriendo. Un padre falso para una boda; un empleado simulado para que reciba una reprimenda laboral; o un actor para ser el padre de una hija que nunca al suyo; son algunos de los casos en los que se inspiró Herzog para construir otra película sorprendente.

“Las Vírgenes Suicidas”, Jeffrey Eugenides / Sofia Coppola

Comparación entre el libro “Las Vírgenes Suicidas” de Jeffrey Eugenides y la película dirigida por Sofia Coppola. ¿Es posible que una versión fílmica respete en un 100% los elementos del argumento de la novela, pero, a la vez, ser tan independiente de ella? Veremos cómo la guionista y realizadora despejó algunos “elementos masculinos” que hacían ruido en el libro para convertir una historia diferente en una cautivadora.

«Hombre mirando al sudeste», Eliseo Subiela

Una de las obras cumbres del cine argentino, «Hombre mirando al sudeste», narra la historia de un extraño paciente que llega al Hospital Psiquiátrico de Buenos Aires a cambiarle la vida a todos. No figura en los registros de ingreso y nadie sabe nada de él, ni siquiera cómo llegó allí. El realizador Eliseo Subiela nos instala del lado del Doctor Denis, un hombre solitario y desmotivado de su profesión, que de pronto se encuentra con un caso que lo entusiasma, el de un enfermo nuevo y especial que le dice que viene de muy lejos, de otro mundo. Tanto le remueve sus estructuras que se enfrenta a dos alternativas determinantes: «o Rantés está loco como una cabra, o realmente vino de otro planeta».

«El Inadaptado», Jens Lien

Estrenada en 2006, «Den Brysomme Mannen» (El Inadaptado) es una película noruega realizada por Jens Lien que da cuenta de una peculiar forma de totalitarismo: el supuesto bienestar de una sociedad que se entrega al sistema cegada por un estético materialismo. Hasta que de pronto un olor familiar se cuela por una grieta de la pared y las emociones rebeldes despiertan. A continuación, muchas reflexiones generadas por esta original fantasía social distópica protagonizada por Trond Fausa Aurvåg, Petronella Barker, Birgitte Larsen y Per Schaaning.

«La Ciencia del Sueño», Michel Gondry

En «La Ciencia del Sueño», Michel Gondry nos presenta una nueva historia de confusión entre sueño y realidad, tal como en «Eterno resplandor de una mente sin recuerdos». Pero en esta historia el trastorno mental no es sólo un tópico para el realizador francés, sino también una herramienta narrativa, una fuerza expresiva. Protagonizada por el mexicano Gael García Bernal (en uno de sus papeles más entrañables) y por la actriz y cantante francesa Charlotte Gainsbourg.

«Guion para un cine posible», Orlando Lübbert

«Guion para un cine posible» de Orlando Lübbert, es una extraordinaria guía tanto para quienes desean incursionar en la escritura de guiones cinematográficos, como también para quienes buscan perfeccionar la técnica. Pero también es una puerta abierta para conocer desde la teoría el proceso de construcción de guiones con el fin de comprender mejor los relatos fílmicos. Un libro que, a diferencia de otros ejemplares sobre guiones, posee como característica su perspectiva latinoamericana.

«Dobermann», Florian Henckel von Donnersmarck

«Dobermann» es un cortometraje de Florian Henckel von Donnersmarck, el director alemán conocido mundialmente por «La Vida de los Otros». Realizado en 1999, la obra corresponde a su etapa de alumno de la HFF München, la escuela pública de cine y TV de Bavaria. El corto formaba parte de un ejercicio que tenía como regla que en la historia no se dijera una sola palabra.

«Un largo silencio», Eliseo Subiela

El cortometraje «Un largo silencio», creado por Eliseo Subiela cuando solo tenía 17 años, fue su primer encuentro con la «locura», temática que de una forma u otra estuvo presente en toda su filmografía. Ganador del PAOA en el Tercer Festival de Cine de Viña del Mar, es el antecedente perfecto para su obra cumbre: «Hombre mirando al sudeste».

«Drive», Jane Osborne

Dirigida por la canadiense Jane Osborne, «Drive» es un cortometraje en el que los personajes en lugar de moverse naturalmente, lo hacen por medio de movimientos coreográficos. La obra sugiere la «reiteración de actos» y con ello la rutina en la vida de la personaje principal, pero, ¿quién es o qué representa el personaje masculino? (VIDEODANZA)

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